AGENTES QUE
PRODUCEN O FAVORECEN LA APARICIÓN DE UN TUMOR
Los diferentes agentes que producen o favorecen la aparición de un tumor
reciben el nombre de cancerígenos y pueden ser químicos, físicos, víricos y
parasitarios, sin olvidar la existencias de factores intrínsecos del
organismo que colaboran en la presentación de un proceso neoplásico
(hereditarios, hormonales, senectud, predisposición).
Los agentes químicos de gran importancia en la génesis de determinados
tumores en el hombre, también han evidenciado su poder oncogénico en
animales provocando tumores espontáneos o de forma experimental.
Estos agentes químicos pueden ser contaminantes del medio ambiente,
especialmente el aire, así como determinadas sustancias con las que se
relacionan por su forma de vida, entre las que se encuentran los
alquitranes, derivados del petróleo (parafinas), etc.
Igualmente la ingestión de determinadas sustancias pueden producir tumores.
Se ha descrito el carcinoma hepático en animales cuyos alimentos estaban
contaminados con aflatoxinas, toxina procedente del hongo Aspergillus Flavus.
No se
conoce totalmente el mecanismo de acción de los carcinógenos químicos. Se
supone que la sustancia química denominada precarcinógeno, se transforma
primero, por la acción de determinadas enzimas, en un producto metabólico o
carcinógeno proximal. Por reacción enzimática, este último se transformaría
en la forma activa del carcinógeno o último carcinógeno, el cual
reaccionaría como iniciador con macromoléculas de la célula, integrándose en
el genoma celular.
En general los agentes químicos que inducen la transformación de la célula
normal en otra tumoral reciben el nombre de iniciadores.
Debemos tener presente que existen ciertas sustancias químicas que carecen
de acción carcinógena administradas solas a animales de experimentación,
pero si su administración coincide con la de un iniciador, actúan como
cocarcinógeno o promotor, intensificando el efecto nocivo causado por el
iniciador.
Entre los agentes físicos considerados como cancerígenos se encuentran los
estímulos mecánicos. Fue VIRCHOW quien con su "teoría de la irritación",
sugirió la idea de que los tumores pueden aparecer en aquellos lugares donde
actúan sobre las células y los tejidos ciertos estímulos crónicos. En las
razas de perros de gran tamaño, se ha descrito la aparición frecuente de
osteosarcomas en las extremidades. Se considera que las irritaciones
traumáticas del hueso en crecimiento, representa el factor oncogénico
primario. Sin embargo, debemos ser muy críticos al enjuiciar estos casos,
tanto en medicina humana como en veterinaria.
Otros agentes físicos cancerígenos son los rayos X, que en animales de
experimentación provocan primero radiodermatitis y después carcinomas
cutáneos, así como carcinoma de tiroides. Los rayos ultravioleta, pueden
producir tumores en regiones cutáneas despigmentadas y de pelo escaso, como
ocurre en el gato blanco en regiones calidas, donde es frecuente el
carcinoma del borde externo de la oreja; rayos infrarrojos, radiaciones
atómicas, etc.
La teoría vírica en la génesis de los tumores ha alcanzado una gran
importancia en el momento actual, habiéndose llegado al conocimiento de un
abundante número de virus oncogénicos. El virus del papiloma perteneciente
al grupo de los papovavirus, es el causante de la palilomatosis bucal del
perro, y en el carcinoma mamario de la gata se ha detectado en diferentes
ocasiones, partículas víricas, lo que hace suponer que sea un virus el
causante del proceso.
Finalmente también, se citan los parásitos quienes, a través de su acción
expoliadora causando irritaciones mecánicas continuas, pueden actuar como
factor etiológico en la génesis de tumores. Podemos citar el fibrosarcoma
del esófago del perro en relación con los nódulos fibrosos submucosos
provocados por la parasitosis del nematodo Spirocerca lupi.
Además de las causa externas citadas, también las influencias endógenas
poseen una gran importancia en la génesis de los tumores. Sin duda, existen
diferencias entre las distintas especies animales, así por ejemplo, en el
caballo y mulo de capa blanca, son más frecuentes los tumores de piel
(melanomas) que en otras especies animales; por el contrario, los tumores de
mama son más frecuentes en la perra y en la gata que en el resto de las
hembras de animales domésticos.
Igualmente debemos tener en cuenta, por una parte, la predisposición racial.
El mastocitoma aparece con mayor frecuencia en perros de raza Boxer,
mientras el osteosarcoma es más corriente en las grandes razas caninas como
el San Bernardo. Por otra, está fuera de duda, la existencia de una
predisposición individual, es decir, que no todos los animales
pertenecientes a la misma raza padecen tumores de la misma forma y a la
misma edad.
Entre los factores endógenos que pueden originar tumores, debemos citar a
las hormonas. El cáncer de mama de la perra y de la gata es posible que
estén favorecidos por la hormona femenina (estradiol),ya que
experimentalmente se ha observado que la ovariectomía precoz reduce
ostensiblemente la aparición de tumores de mama en aquellos animales donde
este proceso es frecuente espontáneamente.
Marta
Herrera
Voluntaria de
Caninum.com
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