Traumatología
Las
fracturas de huesos independientemente del tipo que sean deben ser tratadas intentando una estabilización correcta. Generalmente, los mejores resultados se obtienen mediante
la cirugía, aplicando implantes o sujeciones lo suficientemente fuertes y estables como para
permitir una funcionalidad adecuada durante el periodo de unión y cicatrización del hueso
fracturado. Es preferible realizar una cirugía importante, en el momento adecuado. Cuando la
fractura es reciente,
las posibilidades de éxito están prácticamente aseguradas. Si se realiza una contención temporal (vendaje, yeso, etc) sin saber si habrá que operar, si hay una desituación de la fractura, habrá una inflamación, un callo de fractura
inicial que después, si es necesario operar existirán nunca las mismas posibilidades de que quede tan bien como si se hubiera realizado al poco de producirse la fractura.
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